En su primer discurso en su histórica visita a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Compostelano (Xacobeo), el Papa Benedicto XVI alentó a promover las raíces cristianas de España y Europa y a edificar el presente y el futuro de la sociedad sobre la auténtica verdad del hombre, que la Iglesia siempre defiende.
El Santo Padre recordó en su discurso en el Aeropuerto Internacional de Santiago de Compostela que el ser humano siempre busca la verdad, tarea en la que participa la Iglesia que también "lleva a cabo su propio camino interior, aquél que la conduce a través de la fe, la esperanza y el amor, a hacerse transparencia de Cristo para el mundo. Ésta es su misión y éste es su camino: ser cada vez más, en medio de los hombres, presencia de Cristo, ‘a quien Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención’. Por eso, también yo me he puesto en camino para confirmar en la fe a mis hermanos".
Tras comentar que llega a Santiago de Compostela como peregrino para dejarse transformar por la fe y luego de resaltar que la historia de España marcada "de modo indeleble por el Evangelio", Benedicto XVI señaló que en Barcelona también alentará la fe de su pueblo, "una fe sembrada ya en los albores del cristianismo, y que fue germinando y creciendo al calor de innumerables ejemplos de santidad, dando origen a tantas instituciones de beneficencia, cultura y educación".