El Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), Mons. César Vivas Robelo, destacó que la presencia del Arzobispo Emérito de Managua, Cardenal Miguel Obando Bravo, fue fundamental para que el país lograse la paz luego de años de guerra civil.
Durante la Misa de despedida celebrada en la Catedral, el Obispo de León recordó que los momentos “tan graves” que vivió Nicaragua pudieron llegar a “desgracias más grandes”, pero fueron evitadas “gracias a la tenacidad y espíritu de servicio del Cardenal”.
El Prelado reconoció que Nicaragua no ha llegado todavía a “una situación buena”, pero –añadió–, “podemos pensar que si a tiempo meditamos las cosas”, se pueden evitar “mayores males y sufrimientos a nuestro país”.