Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, junto al presbiterio de su diócesis dieron a conocer el pasado domingo una carta pastoral en la que llaman a los fieles a defender y promover el derecho a la vida, vulnerado por la pérdida del sentido del pecado.
La carta, titulada “Anunciamos el Evangelio de la Vida”, afirma que “hemos venido viendo como en los últimos tiempos cómo ha ido aumentando el menosprecio por la vida humana. Son variadas las formas en que se está atacando la vida de los hombres y mujeres del Táchira: desde el aborto hasta el sicariato, pasando por diversos tipos de violencia”.
“Se está dando un crecimiento de actos delictivos”, advierte el documento; que denuncia también el aborto clandestino. “Generalmente se culpabiliza de manera exclusiva a la mujer que lo practica, pero tan culpables o más son los médicos y personal sanitario que lo promueven y realizan haciendo de él un negocio que les da enormes ganancias. De igual manera, no pocas mujeres son presionadas para que aborten, apelando a la dignidad del padre de la criatura (muchas veces casado con otra mujer): quienes así actúan también son responsables de la muerte de un inocente. Quien asesina a un ser humano indefenso en el vientre materno no puede decir que es una persona normal sino más bien un cobarde que se cree dueño de la existencia del niño”.