Al celebrar una multitudinaria Eucaristía esta mañana en la Plaza de Armas de Ayacucho en ocasión del 400º aniversario de esta Arquidiócesis peruana, el Enviado Papal, Cardenal Juan Luis Cipriani, resaltó la fuerte identidad católica de este pueblo y alentó a seguir trabajando por el anuncio del Evangelio.
En la Misa, concelebrada por el Nuncio Apostólico, Mons. Bruno Musarò y una veintena de obispos del país, el también Arzobispo de Lima y Primado del Perú pidió a los presentes educar a "esos hijos y nietos; maestros y profesores iluminen la mente de los jóvenes; Autoridades, trabajen con firmeza y confianza, sin dejarse desalentar por las dificultades. Con la venia del Santo Padre me he permitido abrir este corazón que lo dejé en Ayacucho y que sigue en Ayacucho".
El Cardenal Cipriani también destacó los numerosos aportes del pueblo ayacuchano a la identidad nacional e hizo una mención especial en la Misa por todas las almas de las personas que murieron por la violencia terrorista; rindió homenaje a las instituciones que han contribuido a la identidad religiosa ayacuchana así como la labor en favor de los más pobres de la Madre Covadonga y de las monjas de clausura de los tradicionales conventos ayacuchanos de Santa Teresa y Santa Clara.