El Papa Francisco alentó hoy a los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas que asistieron a la Misa de esta mañana en la Catedral de Río de Janeiro a que ayuden a los jóvenes a redescubrir la alegría de la fe y promuevan con valentía la cultura del encuentro.
En una mañana que comenzó marcada por la lluvia y el frío pero que poco a poco fue dando paso al habitual sol de Río de Janeiro, en una catedral abarrotada con cientos de obispos de todo el mundo, sacerdotes, religiosos y religiosas, y seminaristas el Santo Padre celebró una Misa cuya homilía pronunció en español de manera afectuosa y pausada.
El Papa meditó con los presentes en tres puntos concretos: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio y llamados a promover la cultura del encuentro.