Eden Foods, la empresa pionera en alimentos naturales y orgánicos de los Estados Unidos con sede en Michigan, presentó una demanda en contra del mandato abortista del Presidente Barack Omaba que obliga a las empresas a brindar planes de salud que incluyan esterilizaciones, anticonceptivos y fármacos abortivos.

El presidente de Eden Foods, Michael Potter, dijo que la demanda en contra del Departamento de Servicios de Salud y Humanos (HHS) tiene como propósito "proteger la libertad religiosa y de frenar al gobierno de obligar a los ciudadanos a violar su conciencia" enfatizando que "nos oponemos al mandato", según lo publicó EWTN Noticias el 24 de abril.

Con esta demanda ya van más de 150 personas, grupos y empresas que se oponen a la norma porque viola el derecho a la libertad religiosa garantizados por la Constitución del país y a la ley de Restauración de la Libertad Religiosa y otras áreas de la ley federal.

Eden foods enfoca su trabajo de alimentos naturales en "la práctica ética en sus negocios, y en la promoción humana y del planeta", señaló Potter en una declaración del 17 de abril.

El empresario católico que lleva en el negocio de alimentos por medio siglo y que a finales de los años 60´s co-fundó la compañía, indicó que la norma va en contra de sus principios por tener "prácticas inmorales y contra natura" y subrayó que la regla de la contracepción "ataca y profana un principio importante en la Iglesia Católica".

Según informó Detroit Free Press, los partidarios a favor del mandato de la HHS, pretendieron boicotear a la compañía, reconocida y galardonada por su responsabilidad social y ambiental por la Mejor Guía Mundial de Compras en 2009, y se burlaron de la fe religiosa de Potter etiquetando la demanda como "un golpe contra las mujeres".

Además a través del correo electrónico la compañía recibió cientos de mensajes que critican su oposición al mandato, así como también mensajes de apoyo a la demanda en contra de la misma.

Potter lamentó las "grotescas caracterizaciones erróneas" que lo rodean, y pidió disculpas por la "no deseada consternación" que causó su demanda y afirmó que cree "en el derecho de la mujer a decidir, y tener acceso a todos los aspectos del cuidado de su salud y la gestión de la reproducción".

Sin embargo, las mujeres deben tener el derecho de comprar sus propios "medicamentos según su estilo de vida", dando a entender que la empresa no tiene porque verse obligada a ir en contra de sus principios y políticas contrarias a los anticonceptivos, sino también a pagar fármacos como el viagra, y medicamentos para la infertilidad y para bajar de peso.