22 de noviembre de 2004 / 10:59 AM
Mons. Juan Barros Madrid, hasta hace poco Obispo de Iquique hasta su nombramiernto como nuevo Obispo castrense de Chile, se despidió con una emotiva homilía en la que delineó su pasado pastoral y sus perspectivas a futuro.
Durante la solemne Misa de despedida, Mons. Barros recordó que el 20 de noviembre del año del Jubileo 2000, “hace exactamente 4 años, una especial emoción embargaba mi persona. Era la víspera del anuncio de mi nombramiento como Obispo de Iquique. Me encontraba contento y esperanzado, por venir a compartir las labores pastorales en una Iglesia que desde el Seminario la había percibido esforzada y necesitada, y ahora con variados e interesantes desafíos”.
“Con la gracia del Señor –dijo el Prelado- hemos pasado años muy hermosos, por supuesto que no exentos de algunos dolores, donde nos hemos esforzado juntos, soñado con proyectos como nuevas Capillas, y ese anhelo del futuro Monasterio de Carmelitas Descalzas en Iquique. Hemos tenido el gozo de ver llegar a tres nuevas comunidades de Religiosas”.