28 de marzo de 2005 / 10:20 AM
Según la Agencia italiana AGI, la razón por la que el Papa Juan Pablo II no pudo pronunciar palabra durante la bendición “Urbi et Orbi” el Domingo de Resurrección fue la emoción, más que las limitaciones propiamente físicas.
Según AGI, el Pontífice ha venido hablando con voz ronca, pero con relativa frecuencia, con sus colaboradores en privado.
Sin embargo, “hoy los doctores han explicado que lo sucedido ayer se debió a un factor psicológico: la gran ansiedad de hablar en público luego de dos semanas de forzado silencio”.