A pesar de las advertencias de líderes religiosos y científicos, los legisladores británicos votaron el 3 de febrero a favor de permitir una versión de la fertilización in vitro que usa el ADN de tres personas diferentes para concebir un bebé.
"Ya que este es territorio inexplorado y los niños nacidos de esta tecnología tendrían cambios genéticos hereditarios, hay también riesgos desconocidos significativos para las futuras generaciones", dijo al diario británico The Telegraph el Dr. Paul Knoepfler, profesor asociado de la Universidad de California-Davis.
El Dr. Knoepfler dijo que la movida para legalizar dos procedimientos de fertilización podría ser un "error histórico" que pone "serios riesgos médicos" para las personas concebidas así. Estos riesgos podrían incluir defectos en el desarrollo o mayores tasas de envejecimiento y cáncer, advirtió.