10 de febrero de 2009 / 11:07 PM
El Presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, Simón Castellví, emitió una declaración oficial sobre el caso de Eluana Englaro, quien falleciera ayer; y precisó que "ni como médicos, ni como cristianos, ni como personas podemos aceptar lo que le han hecho a Eluana. Nunca se puede dejar sin comida a un ser humano. Eluana estaba viva y la han matado".
Tras precisar luego que "Eluana respiraba, comía, deglutía, sonreía; y ahora ya no se encuentra en el mundo de los vivos", el texto recuerda que "Eluana era una chica que necesitaba agua, aire, alimentos, higiene, cariño. Cariño le han dado las monjas que la cuidaban, cariño le ha dado su madre, cariño le han dado tantos y tantos italianos de bien".
"Comprendemos perfectamente el dolor del padre. Eluana era como un niño pequeño que necesita cuidados. Pero Eluana estaba viva. Negarle alimentos y sedarla hasta el fin, a ella que no tenía ningún dolor, es simple y llanamente un asesinato. Nada ni nadie pueden justificar retirarle los alimentos y administrarle un sedante para ciertamente acelerar el fin de sus días sin piedad", añade.