El guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) publicó un comunicado en el que asume la responsabilidad por la muerte de los sacerdotes Vicente Rozo y Jesús Emilio Mora, asesinados la semana pasada mientras recorrían la diócesis de Ocaña.
En el hecho también murieron los civiles José Carrascal y Edgar Vergel.
En principio, las autoridades responsabilizaron de esta acción a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El comunicado del Frente de Guerra Nororiental del ELN pidió perdón a los familiares y dijo que lamenta "con profundo dolor la muerte accidental de los sacerdotes".
El ELN admitió la autoría pero atribuyó el hecho a "un error de inteligencia y cálculo".
Asimismo, arguye que la Iglesia no es su objetivo militar y siguen viéndola como un puente de facilitación en la búsqueda de una solución política al conflicto armado.
Aunque el comunicado no da nombres ni menciona una eventual entrega de los responsables a la justicia, señala que "este hecho no quedará impune" y se tomarán las medidas necesarias de su propio "código de guerra y ética humanista".
