Además, porque las cifras del lunes se dieron luego de 24 horas de haberse detenido el conteo de votos, lo que provocó protestas en varias partes del país, incluso con la quema de las oficinas electorales de Sucre y Potosí.
Según el más reciente informe del Tribunal Supremo Electoral, al 95,63% de las actas verificadas, Morales tiene el 46,4% y Mesa 37,07%. Esto llevaría a una segunda vuelta presidencial.
"Una vez que el pueblo de Bolivia ha expresado su voluntad en las Elecciones Generales del pasado domingo, 20 de octubre, el Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Boliviana, exhorta a las autoridades del Tribunal Supremo Electoral Plurinacional a cumplir con su deber de árbitro imparcial del proceso electoral", pidieron los obispos bolivianos en un comunicado publicado el 21 de octubre.
Los obispos observaron "junto con muchos ciudadanos", que existen "indicios de fraude en los datos transmitidos, entre los que destacamos la total ausencia de coincidencia con el conteo rápido realizado por la empresa Vía Ciencia, junto a la sospechosa interrupción del recuento provisional de votos en la noche postelectoral, junto denuncias e imágenes de hechos, que se sitúan al margen del respeto a la legalidad".