La sección de "Iglesia y Deporte" del Pontificio Consejo para los Laicos, dirigida por el español Santiago Pérez de Camino, llamó la atención sobre los efectos del alcohol y su asociación indebida a la celebración en el mundo del deporte.

"El alcoholismo es un drama, y un problema muy serio y difícil de erradicar. No solo afecta física y psicológicamente a la persona, sino que tiene una repercusión en quienes están alrededor", señala la entidad en un artículo publicado en su sitio web y recuerda que quienes practican deporte tanto de manera profesional comoamateur, deberían tener en cuenta la máxima de "el deporte es salud".

"Su responsabilidad, va más allá del respeto a sí mismos; son personas que despiertan admiración y muchos de ellos son modelos a seguir para los jóvenes adolescentes que -en el período de inestabilidad en que viven- en cada gesto, en cada acción, ven la pauta a seguir en su comportamiento", añaden.

"Festejar los triunfos deportivos con alcohol se ha convertido en algo recurrente. Jugadores, torneos, campeonatos deportivos nacionales e internacionales de cualquier tipo recurren a él de manera bastante llamativa... ¿Dónde queda la imagen del deporte como ejemplo de vida?", cuestiona.

La sección del Vaticano pone como ejemplos de la degradación deportiva la celebración del título  de  la Eurocopa 2012 por parte de los jugadores del equipo español. Entonces, el máximo representante en la lucha contra la drogadicción en España, Ignacio Calderón, fue especialmente crítico.

Por otro lado, la sección deportiva del Vaticano elogia la praxis elegida por el Comité Olímpico Belga por su lucha contra el "uso y el abuso del alcohol". Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el organismo expulsó a Gijs van Hoecke, ciclista participante en las pruebas de "Omnium" y "Persecución por equipos", a raíz de unas fotos en las que aparecía en un estado de embriaguez.

Otro caso que rescatan es el de la delegación rusa, que decidió prohibir a los deportistas rusos y al conjunto de la delegación oficial durante los Juegos Olímpicos de Londres, la ingesta de alcohol después de los sucesos de los Juegos Olímpicos de invierno de Vancouver en 2010. "Los valores olímpicos no son compatibles con el alcohol", declaró el portavoz ruso.

Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo nocivo de bebidas alcohólicas provoca cada año dos millones y medio de muertes cada año, entre los que hay  320 mil jóvenes de entre 15 y 29 años, un nueve por ciento del total.

El artículo aclara que no se trata de "demonizar" el consumo de licor y recuerda los beneficios que bebidas como el vino, en bajas cantidades , pueden aportar a las personas.

La nota recuerda que en definitiva, el deportista -sobre todo el mediático- debe tomar consciencia clara de la repercusión que genera su manera de actuar, sus palabras, su actitud en la vida y de la enorme influencia que genera en un mundo globalizado.

"Esa capacidad de influencia que tienen los deportistas, ¿no debería incluir también enseñanzas sobre el lugar que le corresponde al alcohol?".