La Santa Sede, a través de la Limosnería Apostólica, informó de que el Vaticano acoge a una segunda familia de refugiados en respuesta a la llamada del Papa Francisco el pasado 6 de septiembre de 2015, cuando pidió a las parroquias, monasterios, y comunidades religiosas acoger a familias refugiadas que, por la difícil situación vivida en sus países, se han visto obligados a huir de ellos.
La parroquia de la Basílica de San Pedro ha dado ahora alojamiento a una familia eritrea (país situado en el noroeste de África) en un piso grande situado en los alrededores del Vaticano. Se trata "de una madre con cinco hijos, tres de los cuales ya viven con ella mientras los otros dos están todavía en un campo de refugiados en Etiopía, aunque la Comunidad de San Egidio espera que se unan al resto de la familia en Italia a finales de mes o dentro de pocas semanas".
El comunicado explica que "el hijo más pequeño nació en Noruega, donde llegó la familia y desde donde fue enviada a Italia por el Tratado de Dublín". Además, en el mismo apartamento vive una señora amiga de la familia con su hijo pequeño.