El trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo, dice el Papa

Esta mañana el Papa Benedicto XVI recibió en el Aula Pablo VI a los dirigentes y socios de la Confraternidad de artesanos y les recordó que el trabajo debe servir al hombre y no el hombre servir al trabajo.

Tras saludar al Presidente Giorgio Natalino Guerrini, el Santo Padre afirmó que en los 60 años de vida de la Confraternidad, ésta “ha dado un indudable aporte para la construcción de la moderna nación italiana” por “haber caracterizado en algunos importantes aspectos la evolución social y económica, artística y cultural”.

Citando a Juan Pablo II agregó que “la civilización artesana ha sabido construir en el pasado grandes ocasiones de encuentro entre los pueblos y ha dado a las épocas sucesivas síntesis admirables de cultura y de fe”.

Asimismo el Pontífice aprovechó la ocasión para “reflexionar sobre un aspecto importante de la experiencia humana” y recordó, citando la invitación de Dios al hombre a “trabajar la tierra”, que “la realidad del trabajo, que en el actual momento histórico se encuentra en medio a vastos cambios económicos y sociales,… pertenece a la condición originaria del hombre”.

“La Iglesia, fiel a la Palabra de Dios, no cesa de afirmar el principio según el cual el trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo”, agregó. “Proclama sin detenerse el primado del hombre sobre la obra de sus manos y recuerda que todo debe estar orientado al verdadero progreso de la persona humana y al bien común”.

Más adelante, esta vez recordando el pensamiento de San Josemaría Escrivá, sostuvo que “el trabajo, habiendo sido asumido por Cristo, se convierte en actividad redimida y redentora: medio y camino de santidad, realidad santificable y santificadora”.

Finalmente exhortó a los presentes a seguir el ejemplo de María “que vivió en un escondimiento laborioso” y a San José “Patrón de la Iglesia y vuestro especial protector”.