20 de noviembre de 2004 / 12:20 PM
Al recibir este sábado a los miembros de la Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, que preside el Cardenal Alfonso Lópoez Trujillo, el Papa Juan Pablo II reconoció con alegría el crecimiento, en los últimos años, de los movimientos a favor de la vida y la familia.
El Pontífice felicitó al dicasterio por su enérgica defensa del llamado “evangelio de la familia”, una expresión que, segú dijo “es apropiada por “aunciar la extraordinaria noticia de la familia, que hunde sus raíces en el Corazón de Dios creador es una noble y decisiva misión. La familia, fundada en el matrimonio, es una institución natural insustituible y elemento fundamental del bien común de toda sociedad”.
El Papa advirtió por ello que “quien destruye este tejido fundamental de la convivencia humana, no respetando su identidad y distorsionando sus deberes, causa una herida profunda a la sociedad y provoca daños frecuentemente irreparables”.