Al celebrar hoy en la Patriarcal Basílica de San Pedro la Santa Misa Crismal, el Papa Benedicto XVI dijo que lo esencial del sacerdocio es ser amigos de Jesús, e invitó a los sacerdotes presentes a poner sus manos a disposición de Cristo y dejarse guiar por Él.
En su homilía durante la Misa Crismal, en la que los sacerdotes renuevan sus promesas y se bendicen los Santos Óleos, el Santo Padre afirmó que “el ser amigo de Jesús, el ser sacerdote, significa ser un hombre de oración. Solo podemos ser amigos de Jesús en la comunión con el Cristo entero, con el cuerpo y la cabeza”.
En la ordenación sacerdotal, dijo el Pontífice, Jesús mismo hace del ordenado un amigo, “el Señor nos confía todo, nos confía a sí mismo. Él verdaderamente se ha entregado a nuestras manos. Nos hace participar también de su conciencia sobre la miseria del pecado y de toda la oscuridad del mundo, y nos da la llave en las manos para abrir la puerta hacia la casa del Padre”.