En el marco de una espléndida mañana romana, el Papa Benedicto XVI inauguró solemnemente su pontificado en la Plaza de San Pedro, señalando que no tiene más “programa de gobierno” que cumplir con el Plan de Dios.
“En este momento no necesito presentar un programa de gobierno”; dijo el Pontífice. Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia”.
El Papa Benedicto reflexionó sobre el sentido de los dos signos con los que marcó el de su Ministerio Petrino: el palio de lana y el anillo del pescador.