26 de junio de 2012 / 09:16 AM
El Papa Benedicto XVI visitó a los miles de damnificados del terremoto que el 29 de mayo afectó la zona italiana de Emilia Romagna les ofreció consuelo y recordó que ante los desastres naturales el hombre debe buscar refugio en Dios.
El helicóptero del Papa aterrizó en el campo deportivo de San Marino de Carpi (Módena) donde fue acogido por el Obispo de la diócesis, Mons. Francesco Cavina y por el Jefe del Departamento de la Protección Civil, Franco Gabrielli.
A bordo de un minibús, se trasladó a la zona de Rovereto di Novi, donde se detuvo unos momentos en la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, en cuyo derrumbe falleció el P. Iván Martini. Benedicto XVI, montado en un jeep, saludó a los presentes hasta llegar al lugar del encuentro con la población en la plaza central de Rovereto que contó con la presencia de los arzobispos y obispos de Bolonia, Carpi, Módena, Mantua, Ferrara y Reggio-Emilia.