Al visitar esta tarde en Belén el "Aida Refugee Camp", en el que se acoge a los que huyen de los territorios palestinos en donde conviven musulmanes y cristianos, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a buscar la paz y la reconciliación entre palestinos e israelíes, y precisó que la única forma de obtener una solución duradera es el diálogo político.
El Pontífice expresó que "mi corazón está con todos los que sufren. Estén seguros que todos los refugiados palestinos en todo el mundo, especialmente aquellos que han perdido sus hogares y a sus seres queridos durante el reciente conflicto en Gaza, están constantemente en mis oraciones".
"Viven ahora en condiciones precarias y difíciles, con oportunidades limitadas para el empleo. Es comprensible que con frecuencia se sientan frustrados. Sus legítimas aspiraciones por un hogar permanente, por un estado palestino independiente, siguen sin concretarse. En vez de ello se encuentran atrapados, como muchos en esta región y en el mundo están atrapados, en una espiral de violencia, de ataque y contraataque, y continua destrucción. El mundo entero espera que este espiral termine, para que la paz llegue y le dé fin a esta constante lucha".