A pesar de verse aquejado por una fuerte gripe, el Papa Francisco dirigió hoy su acostumbrado discurso para la Curia Romana, con ocasión de la Navidad. En su mensaje, el Santo Padre presentó un acróstico de la palabra "Misericordia", con doce consejos para las personas que trabajan en la Curia Vaticana.
En su discurso, el Santo Padre alentó a los miembros de la Curia a "volver a lo esencial", con ocasión del Año Santo de la Misericordia y la preparación para la Navidad.
Este tiempo jubilar, explicó, representa para la Iglesia "y para todos nosotros una fuerte llamada a la gratitud, a la conversión, a la renovación, a la penitencia y a la reconciliación".