Al dar a conocer el parte médico de este lunes, el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, utilizó un poco de ironía al informar que el Papa Juan Pablo II lee los periódicos para ver “cómo evoluciona su enfermedad”.
“Sigue el mejoramiento de las condiciones generales del Santo Padre, que ya no tiene fiebre, se alimenta regularmente y transcurre algunas horas en un sillón”, dijo el Vocero.
“Por evidentes motivos prudenciales -agregó-, se ha aconsejado que el Papa prolongue su permanencia en el Policlínico Gemelli por algunos días más”.