Esta mañana, el Papa Francisco, antes de dejar la Casa Santa Marta para emprender su viaje a Colombia, saludó a dos familias formadas por 5 personas que sufrieron los efectos de los incendios que este verano afectó a varias viviendas en la zona de Ponte Mammolo, en Roma, y a los que la Limosnería Apostólica, en nombre del Santo Padre, está ayudando.
Los incendios se desencadenaron el 10 de agosto en el barrio de Ponte Mammolo, en la periferia de Roma, provocando la destrucción de parte de unos edificios utilizados para laboratorios y oficinas, así como un complejo residencial en el que vivían las familias recibidas por el Pontífice.
Francisco conversó brevemente con las 5 personas, se preocupó por su situación, les dio ánimos y les garantizó sus oraciones.