El Papa Benedicto XVI sostuvo hoy un encuentro íntimo con la minoría católica turca en la conocida “Casa de María” en Éfeso, y desde ahí pidió que la Iglesia sea signo e instrumento eficaz de paz en el mundo.
El Santo Padre llegó en avión a Esmirna esta mañana y desde allí se trasladó en automóvil a Éfeso, uno de los lugares arqueológicos más famosos del Mediterráneo. Al mediodía presidió su primera Misa en tierra turca ante unos 200 miembros de la comunidad católica local que pudieron acompañarlo debido a las estrictas medidas de seguridad.
En su homilía, el Papa agradeció a Dios por "la maternidad divina de María", y afirmó que Efeso era "uno de los lugares más queridos por la comunidad cristiana". Después recordó las visitas a ese lugar de Pablo VI y Juan Pablo II y recordó especialmente al beato Juan XXIII, representante pontificio en Turquía de 1935 a 1944.