El Papa Benedicto XVI manifestó al finalizar el rezo del Ángelus que sigue “con gran preocupación los gravísimos eventos de estos días en Myanmar (Birmania)" y expresó su "cercanía espiritual a esta querida población en el momento de la dolorosa prueba que está atravesando”.
“Mientras asegura mi oración intensa y solidaria, invito a la Iglesia a hacer lo propio. Aliento vivamente que se encuentre una solución pacífica por el bien del país”, exhortó el Pontífice hablando de las violentas protestas en Myanmar contra la dictadura imperante, lideradas por monjes budistas que están siendo sofocadas por el ejército del país; y que ya han cobrado la vida de numerosas personas.
El Santo Padre también encomendó a las oraciones de los fieles “la situación de la Península coreana, en donde algunos importantes avances en el diálogo entra ambas Coreas generan a esperanza en que los esfuerzos de reconciliación puedan consolidarse a favor del pueblo coreano y a beneficio de la estabilidad y la paz de la región”.