Al final de la Audiencia de hoy, el Papa Benedicto XVI saludó a una delegación encabezada por Radhika Coomaraswamy, Secretaria General Adjunta de la ONU y Representante Especial para la cuestión de los niños y los conflictos armados. El Pontífice rezó por los niños en medio de guerras, la Cruz Roja y los secuestrados.
Tras expresar su aprecio por el compromiso de Coomaraswamy y sus acompañantes "en defensa de la infancia víctima de la violencia y de las armas", el Santo Padre dijo: "pienso en todos los niños del mundo, en particular en los que están expuestos al miedo, al abandono, al hambre, a los abusos, a la enfermedad, a la muerte. El Papa está cerca de todas estas pequeñas víctimas y reza siempre por ellos".
Seguidamente recordó que el 24 de junio de 1859, hace 150 años, "nacía la idea de una gran movilización para la asistencia a las víctimas de la guerra, que más tarde tomó el nombre de Cruz Roja".