Al concluir la oración del Ángelus, el Papa Benedicto XVI oró por las víctimas del terremoto en China, y por los católicos en esa nación.
El Pontífice saludó a los peregrinos de lengua china que llegaron a Roma con ocasión de la Jornada mundial de oración por la Iglesia en China, que se realizó el sábado. “Confío al amor misericordioso de Dios a todos vuestros conciudadanos que en estos días han muerto a consecuencia del terremoto”, agregó.
“Junto a ustedes, pido a María, Auxilio de los Cristianos, Nuestra Señora de Sheshan, que sostenga el compromiso ‘de cuantos en China entre las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando a fin que jamás teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús’, permaneciendo ‘siempre testimonios creíbles’ de su amor ‘manteniéndose unidos a la roca de Pedro sobre la que ha sido construida la Iglesia’”, concluyó el Santo Padre, citando su Carta a los Católicos Chinos.