11 de diciembre de 2006 / 11:03 AM
El Papa Benedicto XVI elevó sus oraciones para que Dios le conceda el descanso eterno al Arzobispo emérito de Palermo, Cardenal Salvatore Pappalardo, quien partiera ayer a la Casa del Padre a los 88 años de edad luego de 26 intensos años de servicio episcopal y reconocida labor de lucha contra la mafia en la región siciliana.
En un telegrama enviado al Cardenal Salvatore De Giorgi, actual Arzobispo de Palermo, y a la hermana del fallecido Purpurado, el Santo Padre expresa que eleva sus “fervientes oraciones a Dios para que conceda el descanso eterno a este generoso y entregado pastor”.
“Recuerdo con admiración su actividad apostólica múltiple y fecunda animada por el deseo de anunciar a Cristo y de acompañar con su magisterio iluminado el camino de crecimiento moral y cultural de la sociedad palermitana”, señala el Papa