Al presidir una multitudinaria Eucaristía este V Domingo de Pascua y Domingo del Buen Pastor, el Papa Benedicto XVI recordó que las mujeres son y deben ser en las familias “portadoras de amor, maestras de misericordia y artesanas de paz” sin olvidar nunca su intrínseca dignidad que debe ser siempre respetada.
En el Estadio Internacional de Ammán, el Santo Padre se refirió al Año de la Familia que actualmente se celebra en Tierra Santa y destacó que en este tiempo se ha reflexionado “en la familia como un misterio que dona amor, querido en el plan de Dios con su propio llamado y misión: irradiar el amor Divino que es la fuente y el cumplimiento de los otros amores de nuestras vidas”.
Tras alentar a que “cada familia cristiana crezca en fidelidad a su noble vocación de ser una verdadera escuela de oración, en donde los niños aprendan el amor sincero de Dios”, el Santo Padre resaltó que un aspecto importante de reflexión en este Año de la Familia ha sido “la particular dignidad, vocación y misión de las mujeres en el plan de Dios”.