El Papa Benedicto XVI resaltó el ejemplo del sacerdote jesuita Mateo Ricci, quien evangelizara la China en el siglo XVII, como modelo de diálogo y respeto para otras creencias, en ocasión de celebrarse el IV centenario de su fallecimiento el 11 de mayo de 2010.
En su carta al Obispo de Macerata, Tolentino, Recanati, Cingoli y Treia (Italia), Mons. Claudio Giuliodori, con motivo de las actividades programadas por esa diócesis, entre otras un año jubilar para conmemorar este aniversario, el Papa recuerda que el P. Ricci, nacido en Macerata el 6 de octubre de 1552, estaba "dotado de una fe profunda y de un extraordinario ingenio cultural y científico".
Asimismo, este sacerdote "dedicó largos años de su existencia a tejer un diálogo provechoso entre Occidente y Oriente llevando a cabo, al mismo tiempo, una incisiva acción de radicación del Evangelio en la cultura del gran pueblo chino. Su ejemplo sigue siendo hoy modelo de encuentro entre la civilización europea y la china".