26 de enero de 2009 / 10:07 AM
Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo Embajador de Francia ante la Santa Sede, Stanislas Lefebvre de Laboulaye, el Papa Benedicto XVI recordó el viaje a Lourdes que realizara en septiembre de 2008 y alentó a este país europeo a colaborar en la defensa y promoción de la vida, así como de los más débiles y necesitados ante la actual crisis económica global.
Tras recordar su viaje al Santuario de Lourdes por los 150 años de las apariciones de la Virgen a Santa Bernadette Soubirous, el Papa se refirió al debate sobre bioética en Francia y expresó su satisfacción porque "el parlamento ha llegado a unas conclusiones prudentes y llenas de humanidad sobre las cuestiones relativas al fin de la vida. Espero que esta misma prudencia que reconoce el carácter intangible de toda vida humana se mantenga a la hora de revisar las leyes de la bioética".
Seguidamente Benedicto XVI dijo que para afrontar la crisis económica actual son necesarias medidas que "favorezcan la cohesión social, protejan a las poblaciones más débiles y sobre todo, devuelvan a la mayoría la capacidad y la oportunidad de llegar a ser actores de una economía realmente creadora de servicios y de verdaderas riquezas".