Al presidir el rezo del Regina Coeli, el Papa Benedicto XVI explicó que “el drama de los discípulos de Emaús” refleja la situación de los cristianos que en este tiempo atraviesan una crisis de fe y aseguró que también Jesús acompaña a los creyentes en este “camino de purificación”.
El Pontífice explicó que “la localidad de Emaús no ha sido identificada con certeza” y esto “nos permite pensar que Emaús representa en realidad todo lugar: el camino que conduce allí es el camino de todo cristiano; es más, el camino de cada hombre”.
Señaló que “en nuestros caminos Jesús Resucitado se hace compañero de viaje para encender en nuestros corazones el calor de la fe y de la esperanza y partir el pan de la vida eterna”.