El Papa Benedicto XVI afirmó que el desarrollo integral de los pueblos, como objetivo central del bien común universal, no se alcanza sólo con la difusión empresarial sino que “se logra en especial con el incremento de opciones buenas que son posibles cuando existe la noción de un bien humano integral”.
Al recibir a los participantes en el Encuentro de estudio de la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice, el Santo Padre recordó que “la visión cristiana del desarrollo, del progreso y del bien común, como emerge en la Doctrina Social de la Iglesia, responde a las expectativas más profundas del hombre”.
El Papa explicó que la familia humana puede crecer como sociedad libre de pueblos libres, cuando la globalización es guiada por la solidaridad y por el bien común, así como por la relativa justicia social, que encuentran en el mensaje de Cristo y de la Iglesia un manantial precioso.