Al finalizar la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI alentó a que "la Shoah (el holocausto nazi) sea para todos una advertencia contra el olvido, la negación y el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano es violencia contra todos".
Al referirse luego a las recientes conmemoraciones de la Shoah, el Papa subrayó que en Auschwitz –lugar que visitó en varias ocasiones, la última en mayo de 2006, durante su viaje apostólico a Polonia–, "se consumó la matanza cruel de millones de judíos, víctimas inocentes de un ciego odio racial y religioso".
"Mientras renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, espero que la memoria de la Shoah induzca a la humanidad a reflexionar sobre la potencia imprevisible del mal cuando conquista el corazón del ser humano".