El Papa Benedicto XVI recordó este mediodía que los santos apóstoles Pedro y Pablo, cuya solemnidad se celebra hoy, son los cimientos de la Iglesia y pidió que su testimonio ilumine a todos los creyentes.
Al presidir el rezo del Ángelus, el Pontífice afirmó que “hoy la Iglesia de Roma celebra sus raíces sagradas, la celebración de los apóstoles Pedro y Pablo, cuyas reliquias se conservan en las dos basílicas dedicadas a ellos” y la liturgia recuerda la profesión de fe de Pedro a Jesús: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".
El Santo Padre evocó a San Pedro - humilde pescador de Galilea, roca de fe y de amor, sobre la cual Jesús edificó su Iglesia – y a Pablo - cuyo bimilenario de nacimiento acabamos de celebrar - y aquel que con la Gracia divina difundió el Evangelio, sembrando la Palabra de verdad y de salvación entre los pueblos paganos.