En el mensaje dirigido con ocasión de la XXII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en todas las diócesis el próximo Domingo de Ramos, 1 de abril, el Papa Benedicto XVI recordó a los jóvenes que el amor es el centro de nuestra vida, que éste requiere fortaleza y sacrificio.
Al referirse al tema de la Jornada: “Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros" (Jn 13,34)”, el Pontífice señala que “el amor es posible y la finalidad de mi mensaje es contribuir a despertar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la confianza en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que genera paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el mutuo respeto".
El Papa comienza explicando que el Amor se nos ha manifestado a través de Cristo: “redimida por su sangre, ninguna vida humana es inútil o de poco valor, porque todos somos amados personalmente por Él con un amor apasionado y fiel, con un amor sin límites”.