26 de enero de 2006 / 09:22 AM
Al presidir el miércoles por la tarde la oración de vísperas que clausura la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Papa Benedicto XVI dijo que la unidad cristiana depende en gran medida de la voluntad de Dios, y por tanto, urge seguir rezando por esta intención.
“La aspiración de toda comunidad cristiana y de cada fiel a la unidad y la fuerza para realizarla son un don del Espíritu Santo y están unidas a una fidelidad al Evangelio cada vez más profunda. Nos damos cuenta de que en la base del compromiso ecuménico está la conversión del corazón”, dijo el Santo Padre.
“Dios es amor. Sobre esta roca sólida se apoya toda la fe de la Iglesia”, agregó el Pontífice; y señaló que “sobre esta verdad, cumbre de la revelación divina, las divisiones, aun manteniendo su dolorosa gravedad, son superables y no nos desalientan”.