29 de mayo de 2009 / 09:10 AM
Al recibir las cartas credenciales de ocho nuevos embajadores ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI aseguró que ante la crisis social y económica mundial urge que religiones y sociedades se abran unas a otras.
"Es necesario favorecer el resurgir de un mundo donde las religiones y las sociedades se abran unas a otras, gracias a la apertura que practican en su seno y entre ellas. Así se dará un testimonio auténtico de vida. Así se creará un espacio que favorecerá un diálogo positivo y necesario. Ofreciendo al mundo su propia aportación, la Iglesia Católica quiere testimoniar una visión positiva del porvenir de la humanidad", explicó el Santo Padre.
El Papa señaló que "hoy, en medio de la crisis social y económica mundial es necesario tomar de nuevo conciencia de que hay que luchar para establecer una paz auténtica de cara a la construcción de un mundo más justo y próspero. Las injusticias, a menudo tan patentes, entre las naciones o dentro de las mismas, al igual que todos los procesos que contribuyen a suscitar divisiones entre los pueblos o a marginarlos, representan atentados a la paz y crean graves riesgos de conflictos".