La Iglesia Caldea celebra estos días su Sínodo, y el Papa Francisco los recibió en el Vaticano, junto al Patriarca Louis Raphaël Sako, para animarlos a continuar en el proceso de reconstrucción espiritual y material del país.
El Pontífice aprovechó para "saludar, a través vuestro, a los fieles de la amada tierra iraquí, duramente probados, compartiendo la esperanza por las noticias recientes que hablan de un regreso de la vida y de la actividad en regiones y ciudades hasta ahora sometidas a dolorosa y violenta opresión".
"Que la misericordia de Dios pueda –continuó– sanar las heridas de la guerra que plagan el corazón de vuestras comunidades, para que puedan finalmente recuperarse".