20 de junio de 2013 / 10:57 AM
En su audiencia a los participantes en la 86 asamblea plenaria de la ROACO –Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales– el Santo Padre Francisco hablando de Tierra Santa, Siria e Irak, dirigió un llamamiento a los líderes de las naciones, de las organizaciones internacionales y a los creyentes de todas las religiones para que se ponga fin a la violencia y a todo tipo de discriminación religiosa, cultural y social.
Y deseó que el "choque que siembra la muerte deje espacio al encuentro y a la reconciliación que trae la vida".
El Santo Padre exhortó luego a que "hagan todo lo posible para aliviar las graves necesidades de las poblaciones golpeadas, en especial las sirias. La gente de la amada Siria, los prófugos, los refugiados cada vez más numerosos. Precisamente San Ignacio de Antioquía pedía a los cristianos de Roma: 'recuerden en su oración a la Iglesia de Siria... Jesucristo velará sobre ella y vuestra caridad'. También yo les repito esto: 'recuerden en su oración a la Iglesia de Siria'... Jesucristo velará sobre ella y vuestra caridad'".