21 de noviembre de 2018 / 05:26 AM
El Papa Francisco señaló que existe una "santa humillación" del hombre que es aquella que se produce cuando sus debilidades son desenmascaradas a la luz de los Mandamientos del Decálogo. Esa "santa humillación" permite al hombre ser consciente de que necesita a Dios para poder liberarse.
Francisco realizó esta reflexión en su catequesis pronunciada este miércoles 21 de noviembre durante la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro.
En ella, habló sobre el décimo, y último, Mandamiento: "No codiciarás los bienes ajenos".