Durante un encuentro sostenido el martes por la tarde con el Presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski y un grupo de ciudadanos polacos con ocasión de su 84 cumpleaños, el Papa Juan Pablo II pidió a Polonia recordar a toda Europa sus raíces cristianas.
El Santo Padre recordó que el encuentro coincidía con el 60 aniversario de la batalla de Monte Cassino, donde soldados polacos cumplieron un papel fundamental en abrir paso a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
“Todos los polacos –señaló el Santo Padre- recuerdan con orgullo aquel combate que, gracias al heroísmo del ejército al mando del general Anders, abrió a los aliados el camino para la liberación de Italia y la derrota de los invasores nazis. En el cementerio militar de Monte Cassino hay tumbas en las que se colocaron cruces latinas y griegas y lápidas con la estrella de David. Allí reposan los héroes caídos, unidos por el ideal de luchar por ‘la libertad nuestra y vuestra’, que comprende en sí no sólo el amor por la propia patria, sino también la solicitud por la independencia política y espiritual de otras naciones”.