Al recibir este jueves al Presidente de la Junta regional de la región italiana de Lacio, al Alcalde de Roma y al Presidente de la Provincia de Roma, el Papa Benedicto XVI destacó la urgencia de que los gobiernos nacionales y regionales desarrollen una política dirigida a salvar y proteger a la familia.
El Pontífice expresó primero su satisfacción por la eficaz colaboración entre los organismos eclesiales y las administraciones “para aliviar y socorrer las numerosas formas de pobreza, económica y también humana, que afligen a un notable número de personas y de familias, especialmente entre los inmigrantes”.
“La Iglesia y las organizaciones católicas ofrecen su colaboración a la luz de los grandes principios de la sacralidad de la vida humana –desde la concepción hasta la muerte natural– y del carácter central del enfermo”, dijo el Papa, al explicar el apoyo que presta la Iglesia en el campo de la salud.