Al presidir la concelebración eucarística por la clausura de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Papa Benedicto XVI explicó que en la Iglesia no pueden “subsistir divisiones de tipo étnico, lingüístico o cultural” porque está llamada ser “una potente levadura de reconciliación en cada país y en todo el continente africano”.
En su homilía, el Pontífice explicó que “a través de los siglos y de las vueltas de la historia, Dios apunta siempre hacia la misma meta: el Reino de la libertad y de la paz para todos”.
“Y esto implica su predilección para cuantos están privados de libertad y de paz, para cuantos han visto violada su propia dignidad de seres humanos. Pensemos en particular en los hermanos y hermanas que en África sufren pobreza, enfermedades, injusticias, guerras y violencias, migraciones forzadas", indicó.