24 de junio de 2005 / 11:06 AM
En su primera visita a un Estado, esta vez a Italia, el Papa Benedicto XVI pidió al pueblo italiano conservar su patrimonio cristiano, tutelar la familia fundada en el matrimonio y defender la vida humana y la educación.
En el discurso que pronunció en el palacio del Quirinal ante el Presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi y el Primer Ministro, Silvio Berlusconi, entre otras autoridades civiles y de la Santa Sede, el Papa manifestó su deseo de que el pueblo italiano, “no sólo no reniegue del patrimonio cristiano que forma parte de su historia, sino que lo conserve para que siga produciendo frutos dignos del pasado”.
“Confío en que Italia, bajo la guía sabia y ejemplar de quienes están llamados a gobernarla, siga desarrollando en el mundo la misión civilizadora que la ha caracterizado a lo largo de los siglos”, dijo el Santo Padre tras asegurar a la ciudadanía romana y a toda la nación italiana su "compromiso de trabajar con todas las fuerzas por el bien religioso y civil de aquellos que el Señor ha confiado a mi cuidado pastoral".