El Papa Juan Pablo II se reunió con el alcalde de Roma y más de 250 funcionarios locales. En la cita, recordó los principales desafíos de la capital italiana y abogó por una mayor atención para los problemas de los jóvenes.
Durante el tradicional intercambio de felicitaciones de Año Nuevo, el Papa consideró como desafíos urgentes el problema de la vivienda, “especialmente para las familias jóvenes y con recursos económicos modestos", "los tristes fenómenos de la drogadicción y, más ampliamente, del malestar juvenil, que requieren una atención y un compromiso siempre presentes".
El Papa manifestó su "gran alegría por la aprobación del Estatuto de la Región Lazio" que "subraya el papel de Roma como centro del catolicismo, reconoce explícitamente el primado de la persona y el valor fundamental de la vida”.