Al reunirse ayer por la tarde con las autoridades de la República de San Marino, el Papa Benedicto XVI las alentó a promover y proteger la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, y la familia, constituida sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer.
En su discurso en el Palacio Público a los miembros del gobierno, del congreso y del cuerpo diplomático acreditado, el Santo Padre señaló que "la Iglesia, respetuosa de la legítima autonomía de la que el poder civil debe gozar, colabora con él al servicio del ser humano en la defensa de sus derechos fundamentales, de esas instancias éticas grabadas en su misma naturaleza".
"Por eso, se compromete para que las legislaciones civiles promuevan y tutelen siempre la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural. Además, pide para la familia el debido reconocimiento y un apoyo efectivo".