Durante la audiencia general de este miércoles, con ocasión de la fiesta de la Natividad de la Virgen, el Papa invitó a mirar a María Niña y a pensar “en los numerosos pequeños inermes de Beslán, en Osetia del Norte, víctimas de un bárbaro secuestro y trágicamente masacrados”.
El Santo Padre recordó ante 7.500 personas congregadas en el Aula Pablo VI, que los niños se encontraban en una escuela, “lugar en el que se aprenden los valores que dan sentido a la historia, a la cultura y a la civilización de los pueblos: el respeto recíproco, la solidaridad, la justicia y la paz".
"Sin embargo, entre aquellos muros han experimentado el ultraje, el odio y la muerte, consecuencias nefastas de un fanatismo cruel y de un desprecio insano de la persona humana”, indicó.