El Nuncio Apostólico en Israel y Chipre y Delegado Apostólico en Jerusalén y Palestina, Mons. Antonio Franco, señaló que "mi esperanza es que la visita de Benedicto XVI" a Tierra Santa, que se inicia este viernes 8 de mayo, "pueda dar en cualquier modo un impulso decisivo hacia una convivencia pacífica en la justicia".
En entrevista concedida a L'Osservatore Romano, el Arzobispo indicó que "auguramos que la presencia de Benedicto XVI prenda luces de esperanza. Quisiera ser optimista, pero es necesario sobre todo ser realista la solución del problema palestino aparece lejana. Es necesario desatar todavía varios nudos y hace falta un mayor esfuerzo de parte de todos. Es necesario, antes que nada, querer verdaderamente la paz y esforzarse activamente para crear las condiciones que la favorezcan".
Tras comentar que la "Iglesia local está feliz por poder acoger al Papa como Padre y Pastor", Mons. Franco se refirió al reciente conflicto de la Franja de Gaza y explicó que "desde el Ángelus del 28 de diciembre, justo luego de los primeros ataques a Gaza, hizo un inequívoco llamado al cese al fuego. Frente a la escalada de operaciones militares, la Santa Sede pidió a los israelíes salir del círculo vicioso del enfrentamiento y de buscar soluciones negociadas. Hubo claramente la condena de la violencia para ambas partes".