Miles de peregrinos rezaron el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien desde su residencia en Castelgandolfo invitó a los fieles a rezar en familia el Rosario, oración del cristiano que avanza en el peregrinaje de la fe.
En la introducción a la oración mariana el Papa se detuvo en “dos aspectos que, en la comunidad eclesial, caracterizan” el mes de octubre: “la oración del Rosario y el compromiso por las misiones”.
Haciendo referencia a la próxima celebración de la fiesta de la Virgen del Rosario, afirmó que era como si “la Virgen nos invitase a redescubrir la belleza de esta oración, tan simple y tan profunda”.